El Origen de la Vida
Autor: A. I. Oparin
A partir de que surgen cuestionamientos sobre el origen de la vida, el hombre inmediatamente comenzó a buscar respuestas; una de las respuestas que parecía ser mas convincente, era que todo ser vivo fue creado por un ser supremo (Idealismo); luego, a partir del avance que mostraron todos los campos de la ciencia, el ser humano adquirió los criterios suficientes para rechazar la teoría creacionista, explicando que la vida es solo una forma de existencia de la materia, originada y destruida por determinados principios (Materialismo).
Todos los seres vivos, están compuestos de hidrocarburos; los cuales, combinados con otros elementos (nitrógeno, oxigeno, azufre, fosforo, etcétera) forman complejos proteicos. Sin embargo, a pesar de que las estrellas contienen todos estos elementos, no presentan las condiciones adecuadas para dar origen a lo que se conoce como vida.
En la tierra primitiva se presentaban condiciones altamente extremas, sin embargo estas permitieron la biosíntesis de moléculas, logrando así la formación de las primeras proteínas. Pero estas, por si solas no pueden dar origen a la vida, necesitan agruparse con otras moléculas para originar sustancias mas complejas, las cuales a través de millones dieron origen a los primeros organismos vivos.
Anteriormente se creía que las sustancias orgánicas solo se podían obtener de seres vivos y era imposible crearlas artificialmente. Pero a partir del siglo XX, gracias a diversos estudios, se ha demostrado que de estos hidrocarburos también podemos obtener grasas, pigmentos, vitaminas, hormonas, antibióticos, caucho, y más.
El protoplasma es un sistema dinámico que se entiende como ordenación de procesos químicos en el tiempo; el cual para mantener su forma debe renovar sus moléculas de manera constante a través de diversas reacciones. El metabolismo del protoplasma exige que cualquier sustancia que participe en él, se combine con una proteína de unión compleja o fermento.
En los océanos primitivos, los coacervados no tenían vida, pero a partir de estos se dio la posibilidad de originar sistemas vivos primitivos. además, la presencia de catalizadores inorgánicos en los océanos, permitió que las reacciones se aceleraran, formando coloides individuales. Posteriormente los coacervados mejoraron la coordinación de la síntesis y la desintegración, existiendo un ritmo regular. Todos estos cambios mejoraron en los coacervados la independencia al medio.
Los primeros seres vivos eran más sencillos que los actuales, pero más perfectos que los coacervados. A partir de la evolución los seres vivos se diferenciaron por su forma de alimentarse (autótrofos y heterótrofos).
Bibliografía
Oparín, A.I. (2008). El origen de la vida. México, D. F.: Grupo Editorial Tomo, S.A. de C.V.