jueves, 11 de noviembre de 2010

Grandes ideas de la ciencia

Autor: Isaac Asimov

Cuando Tales formuló la idea de que todo el universo estaba compuesto por agua, jamás imaginó que al enunciar esta falsa afirmación; iniciaría a lo que actualmente conocemos como ciencia. Todas las grandes culturas de la humanidad, han intentado explicar el origen de todas las cosas actos sobrenaturales. Sin embargo Tales, junto con su escuela jónica refutaron todas estas ideas, y dieron una explicación sobre el origen del universo sin recurrir a divinidades.
Otro griego, Pitágoras, concluyó que los números eran tan importantes, que podían regir al universo, entonces comprendió que valía la pena estudiarlos por sí mismos. Logrando así el nacimiento de las matemáticas. Enseguida, un aristócrata de una de las ciudades más grandes de la Grecia antigua, Arquímedes, a pesar de renegar de su afición, terminó por aceptar que le interesaban las matemáticas y la ingeniera, convirtiéndolo en el fundador de la ciencia mecánica.
Siglos después, con el nacimiento de brillantes físicos, se dieron grandes avances en el campo de la Física; por ejemplo el italiano Galileo, que realizó aportaciones a el fenómeno del movimiento en los cuerpos y aunque no fue el primero en experimentar para comprobar sus razonamientos, se puede decir que en su época nació la ciencia experimental. Posteriormente, Newton, formuló sus teorías del movimiento, que explican el movimiento de las cosas en la tierra; Michael Faraday, abordo el tema de las fuerzas misteriosas que producían los imanes, concluyendo que entre dos cuerpos existen líneas de fuerza magnética que atraen o repelen a un cuerpo y otros importantes científicos, que realizaron importantes aportaciones en el campo de la Física (energía, calor, electromagnetismo, etcétera).
Otro fenómeno que ha maravillado al hombre, ha sido la vida. Simultáneamente las enfermedades que han aquejado a la humanidad, han tratado de ser resueltas, incluso con tratamientos poco científicos (exorcismos, conjuros, ritos y demás). Hipócrates por su lado creía que había de tratarse al enfermo; sus discípulos estaban convencidos de la importancia de la limpieza y un entorno agradable para su enfermo, lo que le valió el título de “padre de la medicina”; y al oponerse al vitalismo, también obtuvo el de “padre de la Biología”.
También las ciencias relacionadas con la vida mostraron importantes avances; un joven alemán, interesado en minerales; descubrió que los compuestos inorgánicos pueden dar origen a sustancias orgánicas. Y finalmente Darwin, Linneo y Aristóteles que realizaron clasificaciones de los organismos vivos, de acuerdo a sus observaciones.






Bibliografía:
Asimov Isaac. (2000). Grandes ideas de la ciencia. España. El libro de bolsillo, Historia de la ciencia Alianza Editorial.

Imagen tomada de:

domingo, 7 de noviembre de 2010

L9 El Origen de la Vida

El Origen de la Vida
Autor: A. I. Oparin

A partir de que surgen cuestionamientos sobre el origen de la vida, el hombre inmediatamente comenzó a buscar respuestas; una de las respuestas que parecía ser mas convincente, era que todo ser vivo fue creado por un ser supremo (Idealismo); luego, a partir del avance que mostraron todos los campos de la ciencia, el ser humano adquirió los criterios suficientes para rechazar la teoría creacionista, explicando que la vida es solo una forma de existencia de la materia, originada y destruida por determinados principios (Materialismo).
Todos los seres vivos, están compuestos de hidrocarburos; los cuales, combinados con otros elementos (nitrógeno, oxigeno, azufre, fosforo, etcétera) forman complejos proteicos. Sin embargo, a pesar de que las estrellas contienen todos estos elementos, no presentan las condiciones adecuadas para dar origen a lo que se conoce como vida.
En la tierra primitiva se presentaban condiciones altamente extremas, sin embargo estas permitieron la biosíntesis de moléculas, logrando así la formación de las primeras proteínas. Pero estas, por si solas no pueden dar origen a la vida, necesitan agruparse con otras moléculas para originar sustancias mas complejas, las cuales a través de millones dieron origen a los primeros organismos vivos.
Anteriormente se creía que las sustancias orgánicas solo se podían obtener de seres vivos y era imposible crearlas artificialmente. Pero a partir del siglo XX, gracias a diversos estudios, se ha demostrado que de estos hidrocarburos también podemos obtener grasas, pigmentos, vitaminas, hormonas, antibióticos, caucho, y más.
El protoplasma es un sistema dinámico que se entiende como ordenación de procesos químicos en el tiempo; el cual para mantener su forma debe renovar sus moléculas de manera constante a través de diversas reacciones. El metabolismo del protoplasma exige que cualquier sustancia que participe en él, se combine con una proteína de unión compleja o fermento.
En los océanos primitivos, los coacervados no tenían vida, pero a partir de estos se dio la posibilidad de originar sistemas vivos primitivos. además, la presencia de catalizadores inorgánicos en los océanos, permitió que las reacciones se aceleraran, formando coloides individuales. Posteriormente los coacervados mejoraron la coordinación de la síntesis y la desintegración, existiendo un ritmo regular. Todos estos cambios mejoraron en los coacervados la independencia al medio.
Los primeros seres vivos eran más sencillos que los actuales, pero más perfectos que los coacervados. A partir de la evolución los seres vivos se diferenciaron por su forma de alimentarse (autótrofos y heterótrofos).






Bibliografía
Oparín, A.I. (2008). El origen de la vida. México, D. F.: Grupo Editorial Tomo, S.A. de C.V.




jueves, 28 de octubre de 2010

L8 La Chispa de la Vida


La chispa de la vida

Autor: Antonio Lazcano

Desde que el hombre comienza a preguntarse sobre el origen de la vida, comenzaron a surgir infinidad de respuestas a esta incógnita, y obviamente muchos científicos realizaron profundas investigaciones; uno de ellos Erasmus Darwin (abuelo del famoso Charles Darwin), propuso una teoría de evolución errada; pero logró anticiparse a Lamarck y la de su propio nieto.
Pero entonces apareció el anatomista italiano Luigi Galvani, cuando un día por accidente, al diseccionar una rana en su laboratorio, uno de sus ayudantes acercó accidentalmente el escalpedo a los nervios del muslo de la rana, y estos se contrajeron justo en el momento que saltaba la chispa de la maquina eléctrica, entonces creyó haber descubierto la fuerza vital que animaba la materia, la electricidad recorría.
Entonces luego en 1873, apareció el naturalista alemán Ernst Haeckel, publicó su “historia de la creación de los seres organizados” que afirmaba “atribuir el origen de los primeros organismos terrestres”, padres de todos los otros, a toda la actividad voluntaria y combinada de un creador personal y era renunciar en absoluto a dar  de ello una explicación científica. Entonces el continuaba creyendo que es imposible ignorar las propiedades de la física  y la química, para explicar los fenómenos de la vida, también siempre imaginó que los primeros organismos habían sido fotosintéticos, utilizando la luz del sol para subsistir y crear sus propios alimentos.
Luego, el ruso Alexander I. Oparín, se opuso a creer que repentinamente apareció la célula fotosintética a partir de solo bióxido de carbono, nitrógeno y agua. Entonces llegó a la conclusión, que los primeros organismos debieron ser heterótrofos y estaban sometidos a altas temperaturas; y enseguida evolucionaron junto con su entorno, y través del tiempo lograron adaptarse a las condiciones que la tierra ofrecía para subsistir; se originaron organismos anaerobios, luego aerobios, o células heterótrofas y autótrofas como lo son los probiontes.
Otra teoría surgida para tratar de explicar el origen de la vida, es la que nos dice que en los meteoritos hay sustancias necesarias para originar vida, pero entonces: ¿Por qué no hay vida en otras partes del planeta?
Actualmente investigadores han tratado de considerar a robots, como entidades vivas, pero no cumplen con las características de los seres vivos.
Aun continúan existiendo incógnitas acerca de la explicación de la vida, existen numerosas posturas acerca del tema, sin embargo para entender el origen de la vida hay que estudiar su origen y desarrollo.










 Bibliografía
Lazcano, Antonio. (2008). La chispa de la vida. México: PAX MÉXICO.

sábado, 23 de octubre de 2010

L7 La Bioética

La bioética
Autor: Arnoldo Kraus y Antonio R. Cabral  

La bioética surge con Hipócrates, con su principio “no dañar”; aunque el concepto apareció por primera vez en 1970. Toma relevancia con la aparición de la biotecnología. Sus objetos de estudio son los problemas éticos planteados por las ciencias de la vida; por lo que la bioética médica debe ser: secular, pluralista, autónoma, racional y universal.
El principio de la razón ética se basa en que los seres humanos son responsables de sus actos, por lo que se ven obligados a actuar de una determinada forma ante sí mismos y la sociedad. Los principios por los que se rige la bioética son: autonomía, beneficencia, justicia y no maleficencia (en conjunto denominadas principalismo), el cual aconseja aplicar los valores morales en lo referente a decisiones clínicas.
El objetivo principal de la bioética es conciliar la relación entre la medicina y la ética, buscando fortalecer este lazo desde que se iniciaron investigaciones con seres humanos, las cuales han generado importantes avances en el campo de la medicina.
La investigación biomédica en seres humanos ha permitido importantes avances en el campo de la salud, simultáneamente han aparecido dilemas éticos en la medicina moderna; requiriendo la creación de “comités de bioética”, que son grupos multidisciplinarios que asesoran al personal de salud en conflictos éticos emanados de la biotecnología. Existen al menos tres tipos de comités: éticos de investigación clínica, asistenciales de ética y nacionales de bioética.
El desarrollo de nuevas tecnologías y el impulso que esto ha proporcionado a la medicina, ha generado que las relaciones entre médicos y pacientes se vean fracturadas; sin embargo la bioética, busca que el galeno tenga una actitud empática hacia el paciente, logrando crear relaciones interpersonales, en donde las decisiones acerca del tratamiento sean compartidas, logrando así que los pacientes estén al tanto de su enfermedad y sean parte activa del mismo, logrando una recuperación y una terapéutica más amena para ambas partes.
El tema central de la bioética es la vida; es por ello que esta ciencia, juega un papel importante en temas referentes al trasplante de órganos, aborto, eutanasia e ingeniería genética, en los cuales los científicos involucrados se ven inmersos en una vorágine de contradicciones entre sus valores éticos y la ciencia en la cual participan.
La bioética se centra en la autonomía moral del ser humano, y la capacidad que posee para decidir libremente, permitiéndole oponerse a decisiones que le sean impuestas del exterior.







Bibliografía
Kraus, Arnoldo, & R.Cabral, Antonio. (1999). La bioética. México: CONACULTA.