La chispa de la vida
Autor: Antonio Lazcano
Desde que el hombre comienza a preguntarse sobre el origen de la vida, comenzaron a surgir infinidad de respuestas a esta incógnita, y obviamente muchos científicos realizaron profundas investigaciones; uno de ellos Erasmus Darwin (abuelo del famoso Charles Darwin), propuso una teoría de evolución errada; pero logró anticiparse a Lamarck y la de su propio nieto.
Pero entonces apareció el anatomista italiano Luigi Galvani, cuando un día por accidente, al diseccionar una rana en su laboratorio, uno de sus ayudantes acercó accidentalmente el escalpedo a los nervios del muslo de la rana, y estos se contrajeron justo en el momento que saltaba la chispa de la maquina eléctrica, entonces creyó haber descubierto la fuerza vital que animaba la materia, la electricidad recorría.
Entonces luego en 1873, apareció el naturalista alemán Ernst Haeckel, publicó su “historia de la creación de los seres organizados” que afirmaba “atribuir el origen de los primeros organismos terrestres”, padres de todos los otros, a toda la actividad voluntaria y combinada de un creador personal y era renunciar en absoluto a dar de ello una explicación científica. Entonces el continuaba creyendo que es imposible ignorar las propiedades de la física y la química, para explicar los fenómenos de la vida, también siempre imaginó que los primeros organismos habían sido fotosintéticos, utilizando la luz del sol para subsistir y crear sus propios alimentos.
Luego, el ruso Alexander I. Oparín, se opuso a creer que repentinamente apareció la célula fotosintética a partir de solo bióxido de carbono, nitrógeno y agua. Entonces llegó a la conclusión, que los primeros organismos debieron ser heterótrofos y estaban sometidos a altas temperaturas; y enseguida evolucionaron junto con su entorno, y través del tiempo lograron adaptarse a las condiciones que la tierra ofrecía para subsistir; se originaron organismos anaerobios, luego aerobios, o células heterótrofas y autótrofas como lo son los probiontes.
Otra teoría surgida para tratar de explicar el origen de la vida, es la que nos dice que en los meteoritos hay sustancias necesarias para originar vida, pero entonces: ¿Por qué no hay vida en otras partes del planeta?
Actualmente investigadores han tratado de considerar a robots, como entidades vivas, pero no cumplen con las características de los seres vivos.
Aun continúan existiendo incógnitas acerca de la explicación de la vida, existen numerosas posturas acerca del tema, sin embargo para entender el origen de la vida hay que estudiar su origen y desarrollo.
Bibliografía
Lazcano, Antonio. (2008). La chispa de la vida. México: PAX MÉXICO.
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